El pasado Miércoles 20 acepte la amable invitación de para acudir a su evento Reconnect 2.0 en Madrid, en la sede de Banesto.

GBT es una iniciativa surgida del entorno de (barrabes.biz), (Director de Marketing de Producto Google, ex socio de tuenti, de idealista y un largo etcétera) y la Fundación Banesto.

La base fundamental del proyecto es la de organizar viajes a “el dorado” de los proyectos tecnológicos en el mundo, Silicon Valey y el de hacer que sus participantes tomen contacto con la posibilidad de desarrollar sus proyectos allí o al menos empaparse de su espíritu. Como si la fiebre del oro se tratara otra vez, hay muchos jóvenes (de cuerpo o espíritu) que ahora para practicar eso del “think big” cruzan el charco en busca del maná.

Personalmente por su coste (unos 3K más viaje y gastos) me parece una iniciativa más propia de jóvenes acomodados a los que la familia les pague éste particular master, o alternativamente para pymes con un proyecto serio, elaborado y “grande” en busca de capital y/o la posibilidad de instalarse allí y que quieran hacer una primera toma de contacto. Dicho eso, no negaré que personalmente, aunque sólo fuera por placer y si pudiera permitírmelo, asistiría.

La cita fue sumamente constructiva, y un “chute” de motivación para cualquier emprendedor. Lo que me sorprendió más del evento en sí, fue como me vino a la memoria algunos First Tuesday a los que asistí en Madrid hace más de 12 años ya y en los que se respiraba ese ambientillo a, como se comentó en la charla, “levantar dinero”. Entonces era la primera “burbuja tecnológica” y en la charla Francesc Fajula, presidente de la fundación Banesto, comentó como por entonces en otra empresa e indistintamente de los proyectos, “todos se valoraban en 1.000 millones” porque al fin y al cabo, todo era inventado. En aquellos tiempos los jóvenes emprendedores íbamos con pegatina verde frente a los “inversores” con la roja, pero siempre muy al estilo español todo dependiendo de a “quien conocías”. Por aquel entonces, ir a “estas cosas” desde una localidad de Málaga erá que te mirarán por encima del hombro… “había que estar en Madrid”. El negocio entonces no era desarrollar empresas viables, sino conseguir dinero y muchos, respaldados por sesudos consultores y grandes planes de negocio, les tocó “el gordo”. A mí no (o sí, siendo positivos) y tuve que coger el camino “largo” de intentar crecer con muy pocos recursos y “aguantar” primero una crisis y ahora otra.