La feria de las ferias de turismo en España mantiene su “inmensidad” en todos los sentidos. Aunque por suerte se note esa supuesta “austeridad” de las administraciones, no dejan de faltar legiones de cargos, ex-cargos y ex-carguitos en busca de dejarse ver. Los de más nivel aprovechan los primeros dos días para dar una rueda de prensa tras otra e intentar llenar con alguna frase, optimizada por su departamento de marketing, que les sirva para conseguir un buen titular en la prensa local, regional o nacional (según sea el puesto) a la que por supuesto, han llevado ellos a Madrid y a la que complementarán con un almuerzo o cena posterior a cargo del presupuesto de promoción turística. Por la tarde ya será más difícil verlos.

En el ámbito de la presencia, Andalucía parece querer seguir manteniendo ese supuesto poderío a costa de metros y más metros con todo un pabellón 5 sólito para ellos. Eso supone algo así como el 45% de la superficie de todas las instituciones regionales o provinciales de toda España presentes en Fitur, aunque a mi entender, con un porcentaje algo inferior de creatividad en la puesta en escena. De hecho de la parte nacional salvo alguna excepción como la de Aragón con un curioso simulador de rafting o La Rioja con un pequeño pero elegante stand muy orientado como no al vino, la mayoría pasan bastante desapercibidas.

Una vez más hay que irse “fuera” para ver mejores dosis de ideas y creatividad vs euros/metros cuadrados. Portugal una vez más con un en entorno muy compacto y una curiosa campaña orientada al surf con una zona de “ola virtual” y peluquería a juego, o Colombia que en una superficie relativamente pequeña ha conseguido una gran actividad de registro de usuarios e interactuación en redes sociales con una apuesta bastante tecnológica.

Colas para comprar las entradas durante las 3 primeras horas de las jornadas para profesionales

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