Aunque no es oro todo lo que reluce, el que una empresa sea capaz de convertir una amenaza (dejar de regalar las bolsas de plástico) en una ventaja competitiva (ecologismo y medio ambiente) siempre es digno de mención, Máxime cuando se atreven a hacerlo con una campaña “sin marca” y sin beneficio directo para el que no se enteré quien esta detrás.